Sinopsis: Una tranquila casa familiar donde la esposa vive con los hijos y, enfrente, un edificio de nueve plantas, una para cada amante. Así era el paraíso según Ernest Hemingway, un hombre que no quería renunciar ni a la comodidad del hogar ni a la diversión de una aventura. Por eso se casó cuatro veces y se vio envuelto en varios triángulos amorosos donde la pasión, tarde o temprano, daba paso al dolor.
Primero vino la dulce Hadley, de quien se divorció en el París bohemio de los años veinte. Luego llegaron la elegante Fife, la intrépida periodista de guerra Martha Gellhorn, y finalmente Mary Welsh, quien acompañó a Hemingway durante sus últimos años.
En primer lugar nos narrara la vida con Hadley en la Provenza, Hadley es una mujer de Saint-Louis a la que Hemingwgay conoce en una fiesta y a partir de ahí comienza su relación. Ella es nueve años mayor que el y se casaran cuando el escritor tiene 21 años. Con ella tendrá un hijo y escribirá su primera novela Fiesta, en esta parte nos narra su relación con los Fitzgerald y con Gerald y Sara que serán una constante en todos sus matrimonios.
En pleno matrimonio con Hadley interrumpirá Fife en el panorama, «Fife» como se refiere a ella misma apodo de Pauline Pfeiffer, es una mujer acomodada del medio oeste, concretamente de Saint Louis, se enamora perdidamente de Hemingway y entrara en su vida como un huracán.
Fife aportara estabilidad a la carrera literaria de Hemingway pues su dinero supone un impulso para la misma y a su vez sera una ávida lectora de su obra y le añadirá correcciones a sus textos. La mayor parte del tiempo vivirán en Cayo Hueso (Florida), donde aparecen en esta foto con los hijos del matrimonio y Bumby el hijo de Nesto con Hadley. De todas las mujeres de Hemingway Fife probablemente fue la que más le amo.
De todas las señoras Hemingway Martha fue la más independiente. Ante todo Martha era una corresponsal de guerra y no quería casarse con Nesto pensaba que una boda con él estropearía las cosas, su relación fue la mas corta de todas las esposas del autor. Pero fue una relación intensa centrada en el campo de batalla. Martha fue la única de las mujeres de Hemingway que tuvo sus aventuras al igual que su marido. Pero creo que era la más dura de todas ante las infidelidades del autor. Lo que unía a Martha y a Ernest era sobre todo el trabajo el no saber que iba a pasar mañana siendo corresponsales de guerra. Vivían el día a día con intensidad.
Mary supone la estabilidad para un Hemingway ya maduro, vivirán en Idaho y Mary fue la que más tiempo paso con el autor hasta su suicidio. Al final de sus días Ernest no estaba en plenitud de facultades tras la cantidad de accidentes que había tenido tanto aéreos como de otro tipo, la coordinación al hablar no era tan buena como el desearía y en los últimos tiempos no era capaz de escribir. Con Mary escribiría su última obra «El viejo y el mar». Y fue Mary quien encontró a Ernest con la escopeta cuando se suicido, algo que la cuesta reconocer.
Las señoras Hemingway es una novela de fácil lectura y entretenida y que nos ofrece una visión de la vida del autor a través de sus mujeres.